jueves, 14 de marzo de 2013

You

La lluvia golpea el cristal. Mi cabeza está apoyada sobre él, permitiendo que el frío me conceda un fresco suspiro. Tu nombre, resbala por mi mente como una cortina continua de agua. Eres como una gota de lluvia, apareces repentinamente y desapareces igual de rápido, pero dejando una estela tras de ti, que no se puede borrar. Susurro tu nombre a la lluvia, esperando que se apiade de mi y moje mis heridas, curándolas.
Ya ni siquiera estos día oscuros que antes me inspiraban, me llaman. Ya ni siquiera existe ese jilguero que cantaba al son de nuestra felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario