jueves, 11 de julio de 2013

*G*

Intento volar a aquella noche. Intento recordar lo oscurecidos que estaban tus ojos, lo tierna que era tu sonrisa, la elegancia de tus movimientos. Intento recordar, la primera vez que nuestras miradas se cruzaron en aquel pasillo, como me miraste, como tu sonrisa se quedó en mi mente toda la noche. 
Me habría gustado sentirte entre mis brazos, abrazarte y decirte todas esas palabras que llevaba preparándome durante semanas y que solo han girado en torno a mi cabeza. Sin embargo, solo te pedí una foto. Durante unos segundos, te sentí junto a mí, sonriendo a una cámara que dejaría este recuerdo para cuando mi memoria fuera demasiado vaga para recordarlo y llenarlo de vida. 
Ahora solo puedo sonreír mientras sujeto la foto, un simple papel que me transporta a otro lugar. 
Te fuiste, yo me fui. Dejamos cerrada una puerta demasiado pasado para volver a abrirla.
No lloré, pese a todo lo que dejaba atrás. Entiéndelo.
Nunca me dolió irme, me dolió que no me detuvieras.

A veces creemos que - dejar ir y olvidar es lo correcto, pero luego te das cuenta que luchar
por ello no habría sido mala idea.

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