jueves, 9 de octubre de 2014

Es estúpido fingir que todo va bien cuando sientes cada recóndito escondrijo de tu ser gritándote por una vía de escape, y tú solo acallas esa voz. Dices que no importa, que se irá. Pero sabes bien que jamás se va a ir, porque siempre ha estado ahí.
Necesito escribir, y que alguien escuche lo que digo. Porque esto me parece un grito en el vacío, porque cada vez que espero tú respuesta, sé que yo nunca voy a escribir esa carta para recibirla.
Necesito contarte que te mentí, que dije que todo me iba a ir bien y en realidad, solo estoy contando los minutos para derrumbarme de nuevo. Creen que puedo cerrar los ojos y los problemas van a desaparecer. No funciona así.
Creen que he ganado una batalla, cuando ni siquiera formaba parte de ella. Mi mente la ganó hace mucho tiempo.
Creen que puedo sencillamente mirar un espejo y no odiar su reflejo. Creen que puedo olvidar, pero siempre lo he dicho: yo perdono, pero no olvido.
He perdonado a cada persona, menos a mi misma.

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