domingo, 26 de octubre de 2014

¿Sabéis esas veces en las que os sentís tan sumamente bien que no podéis dejar de sonreír? Este es uno de esos momentos. Nunca escribo momentos felices, porque considero, que son tan breves que tengo que vivirlos en vez de perder el tiempo en escribirlos. Sin embargo, no recuerdo haberme sentido tan completa, tan feliz, nunca, y necesito escribirlo, para cuando esté mal releerlo y recordar cómo me sentí esta vez. Y recordar, que hay esperanza.
No sé que es el amor, no creo que haya una sola persona de este planeta que lo sepa describir. Simplemente se siente. Y no me importa si lo que yo siento lo es o no, porque estoy segura que si no se asocia a una descripción de amor, se asociará a otra. Porque estoy segura, de que quiero a esta persona, y estoy segura, que desde el primer día que lo conocí, ha sido así.
No quiero analizar las cosas, solo quiero vivirlas. Porque por una vez en mi vida, me sentí totalmente aceptada, como si yo, pudiera ser yo y no hubiera nada de malo en ello.
Y eso me hace tener esperanza. Me hace creer, que es mi salvación, y no me importa aferrarme a una persona, porque si alguien te hace tan feliz como él a mí, no hay modo de dejarlo escapar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario