jueves, 6 de noviembre de 2014

Me siento extraña. Como si no estuviera viviendo este momento yo, sino otra persona que vive en mi cuerpo. Es raro, es una sensación que ya había tenido antes, pero tampoco entonces supe por qué.
Me paso los días con tanto sueño que me dan ganas de cerrar los ojos y quedarme así, quieta, en cualquier lugar. Me paso las noches despierta, mirando el techo, esperando que ocurra algo, no sé el qué.
Me siento totalmente dividida. Por una parte, quiero escuchar a esta parte, la parte feliz, la que está durante el día y me anima con él. La que hace que algo de esto merezca la pena, la que hace que me den ganas de escribir los versos más felices esta noche, y no los más tristes. Y sin embargo, por la noche, solo puedo quedarme mirando en la oscuridad, esperando conciliar el sueño, cuando todo está en silencio y mi cabeza solo me está gritando.
¿Cómo se supone que me debo sentir? Porque no lo sé, y necesito que alguien me lo diga. No quiero ser este lío de sentimientos, unos contra otros, todo el tiempo. No es como si tuviera que elegir, y sin embargo, mi cabeza planea la batalla.
¿Cómo se supone que tengo que vivir? ¿Qué es lo correcto y qué no lo es? A veces me dan ganas de hacer locuras, de perder la cabeza y volverme loca, de dejar todo como si nada me importara, solo conservando a la gente y ya está. Pero siempre, siempre escojo esta opción. Siempre escojo quedarme como hasta ahora, creer que las cosas que deben pasar, pasarán. Creer que si lo merezco, llegará, y si no, no pasará.

No hay comentarios:

Publicar un comentario