sábado, 28 de febrero de 2015

Cada día me cuestiono que estoy haciendo, y estoy cansada de preguntarme siempre lo mismo. Estoy dejando las cosas fluir pero la corriente parece llevarme hacia otro lado.
No pensé que me sentiría así. La liberación a veces puede doler igual que la prisión.
Dejar libre a otra persona a veces resulta más difícil que conseguir la libertad para uno mismo. No sé como estoy actuando, e intento no escuchar a quien me dice cómo lo hago.
Quiero vivir la vida, y solo estoy intentando entender cómo hacerlo. Todo el mundo comete errores, y sé que yo los estoy cometiendo.
Pero prefiero arrepentirme de mis decisiones, que de mis actos. Y éstos están siendo egoístas y dañinos, y lo sé. Y no me importa. Y no debería ser así.

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